jueves, 24 de enero de 2019

Terraforming Mars: Síntomas de una enfermedad incurable, 1ª parte




Para inaugurar el blog voy a empezar fuerte, pues considero que hablar de uno de los juegos mejores valorados del momento no es fácil. Se trata del Terraforming Mars, que ocupa actualmente el 4º puesto en el ranking de BoardGameGeek (a partir de ahora BGG). Tal y como digo en mi descripción, en este blog no pretendo explicar reglas, ni hacer reseñas en profundidad, pues considero que hay muchas páginas buenas en Internet que ya se dedican a eso. Así que, pasemos directamente a narrar mi experiencia con este juego.
Esta empezó hará poco más de un año. En ese momento por fin me decidí a vender parte de mi colección de Magic para ganarme unas perrillas. Así que, tomé el camino más fácil, y me dirigí a la tienda de mi ciudad donde sé que las suelen comprar. Allí, a parte de dinero, me ofrecieron un vale de tienda valorado en 50€ y pensé, "estupendo, con esto un juego cae seguro". Me puse a rebuscar entre las estanterías de la tienda y rápidamente fiché mi objetivo, el Terraforming Mars. La verdad es que llevaba tiempo queriéndomelo comprar, pues había oído hablar muy bien de él por Internet. Además, aunque debo reconocer que los juegos de gestión económica no son mi fuerte, este por su temática, me atraía bastante. Su precio era de 49,95€, vamos justo lo que tenía para gastar, así que ni me lo pensé.

Creo recordar que ese mismo fin de semana ya pude jugar una partida. Mi mujer se ofreció como voluntaria y nos aventuramos a jugar un 1vs1 al Terraforming Mars. Ella al principio se sintió un poco abrumada, por tanto símbolo y cartas diferentes, reglas etc, vamos lo que suele pasar con este tipo de juegos, sin embargo conforme fue pasando la partida, todo se hizo más fácil. El sistema de juego y mecánicas son similares turno tras turno, y cuando teníamos alguna duda consultábamos el reglamento o las cartas de ayuda y la solucionábamos rápidamente. Terminó la partida y ambos quedamos encantados con el juego. Yo pensé: "pedazo de juego, a este le voy a dar yo partidas a mansalva. Es más, con la cantidad de cartas diferentes que lleva, la rejugabilidad es altísima, así que no lo voy a quemar fácilmente". Además, tal y como imaginaba, el juego es muy inmersivo, puesto que, por lo menos a mí me hace sentir que en realidad, con cada acción, con cada carta jugada estoy contribuyendo a que se forme vida en Marte. Tal fue mi emoción, que decidí aventurarme a jugar una partida en solitario, de hecho, iluso de mí, escribí en una hoja el nombre de todas las corporaciones para anotar mis resultados conforme fuera jugando partidas. Sin embargo, la partida en solitario me dejó algo frío, y no hace falta decir, que desde entonces, no volví a anotar el resultado de ninguna otra partida en esa hoja. Pensé, "bueno, en realidad las partidas en solitario son algo insulsas, lo que a mí me gusta en realidad es jugar con gente". Así que, en cuanto pude, junté a tres amigos y les propuse probar este juegazo llamado Terraforming Mars (si juegazo, o por lo menos yo en ese momento se lo vendí a mis amigos como tal). Debo reconocer que a 4 jugadores la partida se me hizo un poco larga, y las sensaciones respecto a este juego fueron a peor. Eso sí, a mis amigos le encantó, y por el momento con eso a mí me bastaba. Pero al poco tiempo ellos me dijeron, "¿oye por qué no jugamos esta noche el Terraforming Mars?" Y yo pensé, "¿el Terraforming otra vez? Será que no tengo juegos...." Realmente cuando pienso eso de un juego, mal asunto. Pero bueno, en ese momento no dije nada por si me miraban raro, puesto que a todo el mundo parecía gustarle el juego menos a mí, así que me lo llevé. Creo que esa noche se confirmaron todas mis sospechas, la partida se me hizo muy pesada. Como una enfermedad, lo del Terraforming Mars cada día iba a peor, y yo me estaba asustando. ¿Cómo puede ser que disfrutara tanto al principio con este juego y ahora no?. Lo de la temática y la rejugabilidad, ya no eran suficientes argumentos como para jugar a este juego de manera frecuente. Así que decidí analizar los síntomas de este extraño suceso.


Síntoma 1, la interacción: debo decir que esta es prácticamente nula, porque para mí, poder quitar una espacio en el planeta (de los muchos que hay), o que 10 o 12 cartas (de un mazo de más de 200) puedan quitarle algún recurso al rival, no es tener interacción. Muchos pensaréis que la mayoría de euros son así. Seguramente sí, sin embargo, a diferencia con otros euros, la poca interacción que tiene este juego no influye prácticamente en nada al resultado final de la partida, y me explico: la partida empieza, elijo mis cartas entre lo mejorcito que me ha tocado, y empiezo a desarrollar mi corporación. A los 3 o 4 turnos, miro hacia los lados y veo que mis rivales se han montado un tinglado del copón, y que yo ciertamente me he quedado muy atrás. Seguramente la culpa sea mía por no haber elegido bien las cartas o las acciones al principio, pero bueno, me dispongo a pensar la manera de darle la vuelta a la situación. Tras pensar un poco llego a la conclusión de que no puedo hacer absolutamente nada para evitarlo, porque realmente no hay acciones o cartas que impidan al rival desarrollar su economía. Que si, que puedo coger una carta (si sale) para quitarle 2 de calor al rival, pero ¿realmente eso es determinante? La verdad es que no, mi rival seguirá gestionando su corporación de igual manera, generando 8 de calor cada turno, por poner un ejemplo. En esta situación quitarle dos de calor al rival se me hace como si le estuviera dando una leve colleja en la nuca pero poco más. A lo que voy, esa impotencia por no sentir que puedo hacer algo para evitar que otros me ganen, más allá de tener la suerte de que me toquen 4 cartas muy buenas en la siguiente ronda, y al otro 4 muy malas, no me gusta. Incluso, en ese caso, creo que si la partida está muy avanzada, tampoco me serviría de mucho.

Todo esto me lleva al Síntoma 2, El entreturno: los turnos entre jugadores son horribles, porque prácticamente me da igual lo que hagan los demás. Lo que estoy deseando es que pasen los turnos de los demás jugadores para que me toque jugar a mí, y lo peor que puede pasar en un juego es estar metiéndole prisa a un amigo/rival para que acabe su turno pronto. Quizás al principio los entreturnos se hacen tolerables. Como llevas poco tiempo jugando y estás menos cansado, pones más interés en controlarlo todo, pero cuando llevas 3 o 4 turnos así, piensas "¿y que más da que carta o acción juegue? Que lo haga rápido y que me toque ya. Por poner un ejemplo, en el 7 Wonders, aunque cada uno está gestionando su imperio mediante la selección de cartas, importa muchísimo las cartas que juegan los demás, puesto que si juegan una carta más de guerra que tú, y no lo has controlado, mal asunto, si empiezan a juntar cartas de ciencia y tú se las pasas todas al rival por no estar atento, mal asunto, etc. Pero aquí no, como digo importa poco si alguien juega una carta para incrementar su producción en 4 de energía. Además, los turnos rivales cuanto más dura la partida más pesados se hacen, porque cada vez tienes más cartas en mesa, más posibilidades, tienes que pensar más y por lo tanto la duración es mayor. He leído por ahí en alguna reseña a alguien que dice que recomienda partidas a 4 o 5 jugadores... Pues fíjate, yo opino lo contrario, lo volvería a jugar pero siendo solo 2 jugadores (y si me insisten mucho quizá 3), para evitar sobre todo, esos entreturnos tan largos y aburridos, en los que tú no tienes la capacidad de actuar, ni el más mínimo interés por prestar atención en lo que está haciendo el otro jugador.


Síntoma 3, La aleatoriedad: antes dije, y me cito: "Es más, con la cantidad de cartas diferentes que lleva, la rejugabilidad es altísima". Pues bien, mentira no es, la rejugabilidad es muy alta, lo que es muy positivo, sin embargo con ello aumenta la aleatoriedad del juego. La cuestión es que pueden tocarte cartas que en cierto momento no te sirven para nada o que no puedes usar, mientras que si al rival le tocan todo cartas buenas, su ventaja es patente, y si esto ocurre en los primeros turnos de partida, pues ya ni te cuento. Para paliar en cierta medida esto, nosotros jugamos con el formato draft, para evitar que a uno le toquen 4 cartas que no pueda jugar, y tenga el turno perdido. Y si alguno piensa en este momento, oye el draft soluciona lo de la interacción. Pues en realidad no lo hace, así que no nos engañemos, este formato, que en muchos juegos podría ser una fuente importante de interacción, permitiéndote frenar los planes del rival, aquí no lo es en absoluto, puesto que, entre solo 4 cartas a elegir (si quitas las que no puedes jugar, hay turnos en las que hay solo 1 o 2 elegibles) te limitas a coger la que mejor te viene y poco más, sin pensar en lo que le puede hacer falta al rival (salvo en muy contadas ocasiones). Así que, jugamos con el formato draft para que, por un lado se evite algo la aleatoriedad, y por el otro le de al juego algo más de chicha. Aun así esta aleatoriedad no se soluciona del todo, puesto que, al haber solo una copia de cada carta, hace imposible visionar que cartas te podrán salir en el futuro, y con ello desarrollar una estrategia viable en torno a ellas. Quizás toda esta aleatoriedad (o parte de ella) se perdería, si los mazos estuvieran estructurados por "Eras", y hubiera más copias de cada carta, pero eso es ya otro asunto.
Después de analizar detenidamente todos estos síntomas, diagnostiqué que el Terraforming Mars me producía un aburrimiento crónico. Puesto que, cuanto más dura una partida, cuanta más partidas juego, más pesado y largo se me hace, y ciertamente sí, cuando al final llega el momento en el que estoy deseando que acabe una partida, aunque sea de manera inconsciente, es porque en cierta medida me estoy aburriendo. Quizás esté exagerando, pero después de estas partidas que he comentado habré jugado al menos tres más y las sensaciones se mantienen. Es más, diría que la cosa irá a peor, puesto que cada vez descubro juegos mejores a los que quiero dedicar mi escaso tiempo. Muchos podréis pensar que seguramente he "quemado" el juego, y la solución será dejar de jugarlo un tiempo, y retomarlo después con más ganas. Os adelanto desde ya que no, quizás con otros juegos si me ha pasado eso, pero no es el caso, pues pienso que, si tras más de medio año no he vuelto a tener ganas de jugarlo, por algo será.
La pregunta es ¿que hacemos con este juego para evitar que caiga el olvido? la verdad no me gusta que los juegos de este calibre cojan mucho polvo en la estantería. Hay que buscarle una cura...

Cura "A", No rendirme: tras más de 6 meses sin jugarlo, y con solo 7 partidas a mis espaldas, podría e incluso debería, darle más oportunidades. Pero como dije anteriormente lo jugaría únicamente contra un rival. Además como juego cooperativo, aunque no lo he probado, quizás funcione bien. La cura "A" podría decirse que es el remedio estándar aplicable a todo juego, en este caso solucionaría más del 50% del problema, pero creo que no es suficiente.
CURA "B", Rendirme: volver a la tienda y decirle al tendero que me devuelva las fechts del Magic, y que se queden con el juego... La cuestión es, ¿devolver yo un juego? ¿Estamos locos? En realidad, ahora que lo leo, esto no podría llamarse una cura, se asimilaría más a aplicarle una inyección letal, y no es eso lo que pretendemos.
CURA "C", Cambiarle reglas: otra cura que de momento es inviable, pues en realidad considero que el juego en cuanto a reglas está bien diseñado y estructurado. Además, la mayoría de mis amigos me acusarían de sacrílego si lo hiciera, y en el fondo tendrían razón. Supongo que sería como intentar practicar un trasplante a alguien que simplemente tiene un catarro. Que sí, que posiblemente sea un catarro incurable, pero sigue siendo un catarro. Eso sí, no descarto que más adelante agrupe las cartas por "Eras". Esto podría estar bien, pero de momento lo dejo como proyecto de futuro.
CURA "D", Jugarlo con una expansión: en realidad, me acuerdo que llevo más de 6 meses sin jugar al terraforming, porque por mi cumpleaños me regalaron una expansión (Venus next) y aún no la he probado. Esta cura quizás la acabe tomando, y puede que alivie los síntomas momentáneamente, pero me da la sensación que cambiará poca cosa, y tras dos o tres partidas, volveré a recaer.
CURA "E", ??: la cura "E", seguramente no será la mejor solución, ni ayude a que retome las ganas por volver a jugar a este juego. Sin embargo soluciona lo del polvo en la caja, que no es poco. Aunque solución pasajera, creo que esta cura merece la pena que tenga un capítulo aparte. La Segunda parte de "Terraforming Mars: síntomas de una enfermedad incurable" se centrará en lo que hice con algunos elementos de este juego para crear algo totalmente diferente.


En resumidas cuentas, debo decir que Terraforming Mars es un buen juego, pero no por ello necesariamente tiene que gustarme. De igual manera, considero que muchas películas de los años "40" son obras maestras del cine, y sin embargo me aburro viéndolas. Por otro lado, entiendo a la gente que disfruta jugando a Terraforming Mars, ya sea por su temática, por el estilo de juego, por sus múltiples posibilidades, rejugabilidad etc, las entiendo porque por ese tipo de razones lo disfruté yo cuando lo jugué por primera vez. Sin embargo, creo que situarlo en el 4º puesto del ranking de la BGG es sobrevalorarlo demasiado. Después de todo esto, quizás no me creáis si os digo que el juego se mantiene en el top 30 de mis juegos preferidos (de alrededor de 200 jugados), y que si alguien me propusiera jugarlo no le diría que no. Como digo, el darle vida a Marte en un tablero me llama mucho la atención, y el juego en sí no está mal. Sin embargo la sensación que tengo es que el juego va para atrás, y que irá cayendo puestos en esa lista sin remedio alguno. Supongo que lo puse en un pedestal, y la decepción por ello ha sido mayor.

CONTINUARÁ.....

5 comentarios:

  1. Habrá que darle otra oportunidad en pareja! Y, sobre todo, estrenar esa expansión! ☺️☺️

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  2. Sabía yo que optarías por esa solución. Te tomo la palabra ;P

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  4. Estoy de acuerdo en que el juego podría tener más interacción, pero al fin y al cabo se trata de un build engine, no de worker placement. A mí me gusta mucho el juego (campeón invicto : P), así que van algunos comentarios rápidos:

    -No has hecho referencia a los proyectos y logros, que son una buena fuente de interacción.
    -Creo que sin draft el juego no me gustaría tanto, y el draft para menos de 4 personas es...subóptimo.
    -¿Ningún comentario sobre los componentes? ese bajo mi punto de vista es el peor punto: Es muy poco atractivo visualmente y el cartón para poner las fichas de cada jugador es...cutre.
    -Lo de separar las cartas de draft por eras podría ser una gran idea. Pero entonces acelerarás el juego mucho y puede que haya problemas de balanceo (se me ocurre el motor de microbios, por ejemplo).

    Creo que eso es todo. Espero la segunda parte : P.

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  5. Lo primero, agradecerte tus comentarios. En cuanto a los logros y proyectos, los veo como objetivos a conseguir, que quizá contengan algo de interacción, pero bajo mi punto de vita es algo mínimo, y se produce ya al final de partida. Respecto a la importancia del draft estamos de acuerdo, pero no creo que a menos de 4 personas sea subóptimo, me gustaría saber por qué. Es más, el draft a dos personas es incluso más estratégico porque sabes que alguna de las cartas te vendrá de vuelta, y al tener solo un rival tienes que tener más cuidado con las cartas que no coges. En cuanto a los componentes, normalmente no voy a hacer referencia a ellos. Me centraré más en la jugabilidad, reglamentos y esas cosas. Pero ya que has sacado el tema, en este caso, el tablero no me disgusta, quizás lo demás si flojea un poco, pero no lo veo como algo muy grave. Por último, lo de las "Eras", no he decidido ponerlo en práctica, por eso mismo que comentas.

    La segunda parte vendrá más adelante, me gustaría por lo menos, probar la expansión antes.

    Un saludo

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